martes, 25 de septiembre de 2012

El domicilio de un servicio de hospedaje en internet

A últimas fechas he tenido la inquietud de comprar un dominio en internet y de pagar el correspondiente hosting para dejar publicados mis pensamientos en la red. Sí, estoy al tanto de que eso se puede hacer (lo estoy haciendo en este preciso momento) gratis y sin problemas, a través de grandes servicios como Wordpress.com ®.

Hice lo que cualquiera podría pensar por estos tiempos: entre a Google, busqué "hosting en México", y me dispuse a revisar los primeros resultados que se ofrecía a mi vista. No avancé muchas páginas adelante en lo que a las empresas anunciadas se refiere; consideré que una empresa que estuviera en un hipotético lugar 234 quizás no sería una opción sensata para enviarles expresamente mi dinero. De tal suerte, opté por revisar quienes eran aquellos proveedores de servicio que estaban en los primeros lugares de la lista.

De entre esos hits más visibles llamaba la atención una empresa con grandes precios y promesas de insuperable calidad. Ahora que lo pienso, el que sus tarifas estuvieran casi por la mitad de lo que otros proveedores semejantes ofrecían debía haber disparado las alertas. No obstante, dado que meramente estaba viendo sin intenciones de contratar nada pues no habría nada que lamentar a final de cuentas.

La cuestión estriba en que al buscar referencias sobre tal servicio de hospedaje web caí en la cuenta de que eran más las quejas (graves algunas) que los testimonios de satisfacción. Considerando que cuando las cosas salen bien no suele haber textos que alaben a quienes realizan el trabajo de manera correcta, estuve a punto de ignorar tales reclamos, hasta que di con uno que en particular decía:

Yo ya vi donde tienen sus oficinas, y no tienen ni razón social: es una simple casa...

Mmm... Muy mala señal.

Héme entonces buscando la dirección que el hosting de precios bajos tiene en su web, y localizándola en esa maravillosa herramienta llamada Google Earth. Mi sorpresa ha sido grande cuando he descubierto que la ubicación de tan pujante empresa es una vivienda descuidada y pequeña de un barrio de clase media, que antes solía alojar una estética o peluquería, y que es puesta aparentemente con frecuencia en renta.

Dado que varias de las quejas graves consistían en problemas con pagos no realizados y la posible especulación que se haría con dominios perdidos por sus titulares, la sospecha de probables estafas no es desdeñable.

No tengo constancia de irregularidad alguna, pero no me ha quedado gana alguna por contratar nada con esa empresa, no importa que tan bien "posicionada" esté en Google.

Quizás la empresa ubicada en el hipotético lugar 234 hasta tenga mejores instalaciones...

Tal vez decida mejor quedarme con esa genial empresa que es Wordpress.com ®.

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