Les comparto ahora el enlace a un artículo de io9, que nos da una muestra de que la mala ciencia es indeseable en cualquier ámbito, en particular cuando sus espurios resultados se toman como punto de partido para la toma de decisiones públicas.
En esta ocasión, un psicólogo estadounidense estuvo a punto de cargarse la industria de las historietas estadounidense, basándose en un estudio manipulado y falaz sobre los efectos nocivos de los comics de los años 50 del siglo pasado.
Anécdota interesante e ilustrativa ésta.
El enlace, aquí.
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