jueves, 17 de enero de 2013

Spammers y su presencia en los comentarios en internet

Estuve buscando información y opiniones sobre cierto servicio que estoy considerando contratar, de manera un tanto infructuosa. Tal vez se deba a que debo mejorar la búsqueda, pero uno de los factores que me encontré fue que una enorme cantidad de los textos que iba hallando a mi paso eran vil spam.

De todo tipo. Desde publicidad corporativa disfrazada de opinión particular, pasando por la copia de esta práctica a nivel hormiga que ejecuta algún hijo de vecino jugando a ser una gran empresa, hasta esa variedad de personajes de internet que irrumpe en los comentarios de alguna entrada de blog para secuestrarlo y convertirlo en su propia bitácora o su tablón de mensajes. Eso sin contar los sock puppets que hay por ahí, y los inevitables trolls. Serán una realidad inevitable de la red pero hay sitios donde poco se hace para controlar su escalada.

¿Como se puede reconocer a estos peculiares parásitos? Es muy fácil. En una entrada de, digamos como ejemplo, dos o tres párrafos, sus comentarios son tres o cuatro veces más extensos: muros de texto farragosos que poco a poco van distanciándose del texto sobre el cual, supuesta y originalmente, hacían referencia. En caso de que se les de cuerda, o de que el administrador del sitio haya abandonado su tarea por cualquier razón, ese invasor se toma el papel del soberano de esas notas al calce, y comienza a responder interrogantes y a aumentar sus colaboraciones sin la molestia de hacerlo en un blog de su propio control y autoría. Queda al final una sección de comentarios desproporcionada respecto al contenido original, ajena en su totalidad.

A mí me parece un tanto curioso que se haga esa clase de despojo en una época cuando abrir una bitácora es tan fácil, rápido y económico en muchos lugares, como lo es Blogger o el propio Wordpress. Ya no son los tiempos antiguos cuando había que montarse un servidor o algo así de complejo. Pero los parásitos van en busca de audiencias ajenas ya establecidas.

Esa es una buena razón para la existencia de los captchas.

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario