miércoles, 17 de octubre de 2012

Arch Linux o los caminos del desamor

En las últimas semanas he andado atareado con unos proyectos personales de importancia al menos para mí, por los cuales debo usar intensivamente una computadora en la que está instalado Arch Linux. Esta distribución ha sido mi favorita desde hace algunos años por varias razones, una de las cuales es el que me permite hacer trabajar eficientemente con el hardware ya un tanto viejo de dicho ordenador.

Sobra decir que mi grado de satisfacción con ese sistema es alto. Aún con la aparición de problemas, la solución era localizada siempre rápido.  Mal momento éste para encontrar un problema de consideración que no parece tener una respuesta apropiada.

Ha pasado que al hacer una de las actualizaciones habituales, al instalarse los nuevos paquetes de Xorg, ya no he podido iniciar en modo alguno el servidor gráfico. He probado a cambiar el driver de mi placa de video (SiS 630, para más señas) por vesa y nada. La gama de errores ha ido desde la pantalla en blanco hasta algún segfault. Mal es mi suerte que no hay muchos que tengan un hardware tan viejo como el de mi pc, así que da la apariencia que me he quedado sin muchas posibilidades de usar programas de escritorio en Arch. La consola no me da problema, vale decir, pero en estos días andaba apurado haciendo unos ejercicios con CSS y HTML en Bluefish,  andaba reparando una instalación de Wordpress,  dejé a medias la puesta de Drupal, y se me ha quebrado el plan de trabajo por completo.

No es una queja en realidad sobre Arch Linux. Es la mejor de las mejores distros que he probado sin duda. En todo caso, mi hardware es el que ya no va dando el ancho, lo cual se hace cada vez más evidente dado el modelo rolling release que ahí se usa. No hace mucho, por ejemplo, había caído en cuenta de que mi equipo ya no cumplía con las especificaciones mínimas para ejecutar Firefox. No es descabellado pensar que algo similar ha pasado con lo de los gráficos.

En caso de no poder resolver esto tendré que migrar mi equipo a Debian, lo cual traería un gran detrimento en la eficiencia. Vaya, que lo del distro hopping no estaba en mis planes y ya no me hace tanta ilusión como en años anteriores. Mientras no arme un nuevo servidor casero capaz de ejecutar sin sobresaltos algún GNU/Linux contemporáneo, mis opciones se reducen.

Siempre queda, por otra parte, usar Windows para hacer al menos la parte de edición de páginas web.

Este bache no estaba en mis planes.

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