jueves, 4 de octubre de 2012

Vendaval sin rumbo

Por estos días se hace mucha publicidad de una película inspirada en las tropelías de ese pillo de la cinematografía mexicana llamado Juan Orol.

Por lo que se ha visto tratan de vender a ese personaje como un cineasta que "de tan malo se vuelve bueno", como otra gloria del kitsch a la manera del Ed Wood que nos brindó Tim Burton en aquella excelente cinta.

Por lo que recuerdo las películas de Orol son insufribles: Aburridas, antipáticas, y cuya falta de calidad no es de ese estilo bobalicón autocomplaciente que final de cuentas hace gracia por su ingenuidad. En ese caso más bien pareciera la obra de un estafador escamoteando hasta el último recurso para echar otro céntimo en su bolsa. No hay mucho gozo que digamos en esos plomos homenaje al latrocinio en celuloide.

Pero haya quien guste de esa película. A mí lo que no me complace tanto es que se use una de las mejores interpretaciones de Celio Gonzalez en la publicidad, relacionando a ese espléndido cantante inexorablemente con el Orol aquel. Al menos podrá servir esto para que crezca en alguien la curiosidad por el trabajo de ese vocalista de la Sonora Matancera.

Buen pretexto para oír una linda canción. Apague la luz y escuche [opcional decirlo con el acento de Arturo de Córdova].

[youtube http://youtu.be/PM6e72-BS7U]

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